Pero miren nada más, con las manos en la masa, mas bien con el aguijon en la vena agarramoos a este mosquito, estaba yo tranquilamente trabajando como todos los días en cabina, cuando de pronto sentí un dolorcito en mi mano, dirijí la mirada hacia el lugar y....era un mosquito que estaba "chupandome la sangre, feliz estaba "llenando el tanque" con mi sangre, acto que le valió para que tomara mi camara (casi siempre la traigo conmigo) y le inmortalizara en esta fotgrafía, que por cierto describe gráficamente la ultima acción de este inesperado "comenzal", ya que despues de posar para la foto, el mosquito fué inmisericordemente aplastado por mi mano derecha (la izquierda era la anfitriona de este comenzal.
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